24 de octubre de 2007

TESTIMONIO

Hola Peregrinos!

Con respecto a la prédica de Padre Mario en la misa del 2do aniversario de la canonización de San Alberto Hurtado que se realizó este martes 23 de octubre en la Sede, les dejo un testimonio que estuvo en el mural de la capilla por un tiempo.
Saludos!

TESTIMONIO: Canonización Padre Hurtado

Era un momento importante para todos nosotros como parroquia, como país, como Iglesia Universal. Importante desde todo aspecto. Porque el testimonio de vida de aquel santo era motivo suficiente de convicción de la presencia viva de Dios en este mundo. Canonizado, que significa ejemplo de vida, digno de imitación. Este era el Padre Hurtado.

Por gracia de Dios me tocó la honorable responsabilidad de representar a mi parroquia y obviamente querida Pastoral Juvenil (algo así como un enviado especial del ministro o presidente de la República) en ese importante acontecimiento para nuestra comunidad. Era la canonización del mismísimo Padre Hurtado. Alegre por saber que mi presencia en tan lejanas tierras significaba mucho para todos (no solo para mi, sino que tan bien para todos mis amigos que desde tan lejos esperaban expectantes ese día) y también sabiendo que mi presencia era como tenerlos a todos ahí mismo, sino fuera en el cuerpo pero si en el espíritu y en la oración. Y llamaba la atención que de los pendones que colgaban en San Pedro de los rostros de los 4 beatos que serían canonizados esa misma mañana, el del San Alberto era el único en el que se contemplaba una sonrisa. Era la marca de su huella en la tierra. Su capacidad humana la desbordó en amor, alegría y esperanza para todos a quienes amaba: “los hombres”. Su dedicación no era ideológica: era fundada en Cristo, el cual era su inspiración y motivo de lucha para los más desprotegidos. Era Cristo mismo vivo desbordante en su sonrisa. Amor puro. Cristo mismo que sonreía.

Y algo de ese sentimiento puro se respiraba en la mañana de su canonización.

José Rojas

1 comentario:

Patty Pontiggia dijo...

JOse, k maravilloso recuerdo has traido a mi mente... esa noche previa en nuestra Parroquia era, todo DIOS en cada uno de los k allí compartimos esas horas, gracias por lo k ese recuerdo significa en lo personal.

Cariños

Tia Patty de NAzareth